En algún momento, quizás hayamos soñado con desaparecer y escapar de los problemas de la vida. Para la mayoría de nosotros es una mera fantasía, pero en Japón ese problema es real y se llama Johatsu (蒸発). No estamos hablando de suicidio, la palabra johatsu puede ser literalmente traducida como evaporación. Esto indica que la persona simplemente desaparece sin dejar rastros o vestigios.
Uno de los principales responsables del johatsu es la vergüenza. Algunos tienden a desaparecer después de perder su trabajo, tener un matrimonio fallido o una gran deuda. Muchos japoneses abandonan sus antiguas identidades y comienzan su vida desde cero de forma invisible en Japón.
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¿Cómo y por qué desaparecen?
El johatsu es una alternativa para aquellos que no pueden enfrentar el fracaso y la vergüenza pero no quieren quitarse la vida. Existen una variedad de razones detrás de estas evaporaciones, como un hijo que fracasa en el examen escolar y no quiere enfrentarse a sus padres, o quizás un marido que gasta mucho dinero en apuestas y se endeuda.
¡No es secuestro ni suicidio! Casi 100 mil japoneses simplemente desaparecen cada año sin dejar rastro. Algunos aparecen después de un tiempo, otros están solo aislados dentro de casa como hikikomori, ya otros están viviendo su vida normal pero sin mostrar su presencia en la sociedad. Esta práctica era más común cuando Japón enfrentaba problemas económicos en la década de los 90, pero hoy todavía ocurre.
Estas personas simplemente desaparecen y generalmente no se encuentran porque la ley de privacidad de Japón lo hace. Es posible que la persona simplemente no registre su dirección en el ayuntamiento, ya que el seguimiento del movimiento del banco y de la tarjeta solo es posible en casos penales. Las familias evaporadas no cuentan con el apoyo total para encontrarlo.
¿Dónde están los johatsu?
Los periodistas e investigadores investigan a estas personas que se borraron de la sociedad. Es posible encontrarlas viviendo en comunidades rurales, Sanya ubicado en las afueras de Tokio y Kamagasaki en Osaka. Estos barrios no exigen identidades ya que son administrados por la Yakuza. Algunos johatsu trabajan para la Yakuza, así reciben su dinero sin preocuparse por documentos financieros que puedan dar la ubicación de la persona.
La práctica de desaparecer es antigua en Japón. Existe incluso una película japonesa llamada ningen johatsu (人間蒸発) lanzada en 1967 y diversos libros sobre el tema. No se conocen todos los motivos que llevan a una persona a querer desaparecer del mapa, abandonar a la familia y comenzar una nueva vida. Incluso los parientes no saben decir cuándo ocurre un caso así. ¿Y tú? ¿Conociste a alguien que simplemente desapareció o se evaporó? ¿Qué piensas sobre este tema? ¡Esperamos ver tu comentario abajo!