Muchos elementos son capaces de representar la historia y la cultura del país. Monumentos históricos, alimentación, vestimenta, características físicas y hábitos de socialización, siguiendo la idea que el pueblo hace el gobierno. Ahora, otro elemento destacado es el dinero local.
La elección de la moneda en sí dice mucho sobre la historia de un país, como los eventos que llevaron a su designación como base monetaria de un gobierno, si reemplazó a alguna moneda anterior e incluso este modelo de cambio fue institucionalizado por su país.
Las disputas y cuestiones históricas entre diferentes países son capaces de interferir en el poder de una moneda sobre otra, reflejándose en sus economías, sus relaciones comerciales con otros mercados, entre otros temas.
Por tanto, cuestiones importantes para las grandes empresas e inversores, que operan en el mercado de valores y dependen de pronosticar la situación económica de diferentes países y naciones, pueden definir una inversión positiva para su empresa o industria.
Además de los gigantes, estas transacciones económicas también son importantes para los consumidores finales, que navegan por sitios web internacionales en busca del mejor precio y descuento.
Importar un vestido a China o comprar piezas para un mezclador industrial, con su proveedor en Europa, depende de la relación entre la moneda brasileña y el dinero utilizado en estas ubicaciones, lo que puede encarecer o abaratar esta adquisición.
A raíz de los cambios en la historia, surgen nuevas monedas, reemplazando modelos obsoletos, mientras que otras se mantienen fuertes, buscando representar el legado y el prestigio de este dinero con el patrimonio tradicional y cultural de un país.
Es una relación contrastante que se puede ver entre los Moneda brasileña y japonesa. Mientras que el Real ha estado en circulación por menos de 30 años, siendo adoptado para regularizar la economía brasileña debido al período de inflación, el Yen es un poco más antiguo.
Una distancia superior a un siglo los separa en el caso.
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La historia de la moneda japonesa
Luego de la gran circulación de monedas de plata en el sudeste asiático, resultante del flujo entre intercambios, utilizando el llamado dólar español, el gobierno japonés decidió establecer su propia moneda, el Yen.
Adoptada en 1871, con un nombre que simboliza un objeto redondo, la moneda ha sufrido transformaciones en cuanto a materiales y diseño, pero en un contexto general, en la actualidad se utiliza el mismo dinero utilizado en las transacciones durante el período de la guerra.
Tanto en las negociaciones en el sector electrónico, que se ha convertido en uno de los mayores mercados del país, como en la importación de productos sin gluten utilizado en la cocina japonesa.
Actualmente, el sistema monetario japonés funciona con billetes y monedas, que utilizan materiales de menor costo en comparación con su fabricación original. Si antes las monedas de yenes eran de plata, hoy el material base para esta producción es el aluminio.
La única excepción acaban siendo las monedas conmemorativas, como las producidas para los Juegos Olímpicos de Tokio, que contaban con adornos de plata y oro. El uso de insumos menos valiosos ayuda a control de inventario y efectivo de la economía en su conjunto.
Actualmente, las celdas en circulación en el país son mil, dos mil, cinco mil y diez mil yenes, que adoptan el símbolo (¥). Los billetes de 2.000 yenes, lanzados en julio de 2000, están fuera de este patrón tradicional, y por eso casi no se encuentran, siendo denegados en los negocios.
Los billetes tienen características únicas, como estrategias para evitar que los billetes falsos circulen entre los mercados japoneses.
Algunos de estos aspectos son:
- Impresión en bajo relieve, para dificultar copias;
- Hologramas que cambian según el ángulo;
- Imágenes ocultas, que también aparecen en ciertos ángulos;
- Microimpresión del nombre del Banco de Japón.
Incluso con su evolución, el dinero japonés todavía muestra el legado tradicional del pueblo japonés, lo que se refleja en la relación que la población tiene con el sistema financiero local.
Educación financiera japonesa
Mucho se habla hoy en día sobre la necesidad de impartir educación financiera en las escuelas, enseñando a la población desde temprana edad sobre cómo manejar sus finanzas y ahorros, así como reconociendo la importancia de un consultoría contable para su empresa.
Desde los más pequeños hasta los mayores, conocer en profundidad las técnicas económicas y las estrategias financieras puede cambiar la vida de una persona, asegurando una mayor probabilidad de éxito de sus proyectos.
Tanto los que buscan abrir un negocio, como los que buscan ahorrar su salario, para hacer un viaje familiar durante las vacaciones de los niños. Los más pequeños también quieren que se amortice su mesada.
Los japoneses ya están acostumbrados a este tipo de disciplina, que naturalmente se transmite a la forma en que manejan el dinero. Y toda esta determinación se realiza a través de un pequeño objeto, conocido como kakebo.
El kakebo, cuyo nombre puede traducirse en algo así como un libro de cuentas de la economía del hogar, tiene una función clara, como la que describe su título, actuando como una especie de diario financiero.
Con un origen que se remonta a 1904, se cree que la concepción del kakebo le fue entregada a Hani Motoko, considerada la primera mujer periodista en Japón. economía familiar.
Especialmente aquellos que perdieron a sus maridos en la guerra y ahora necesitan cuidar a sus familias. Visto como una herramienta revolucionaria, para inducir la libertad y la responsabilidad de estas mujeres con dinero, el kakebo ahora es común en el país.
Al igual que un cuaderno, es posible anotar los gastos de una familia, así como la importancia de cada uno de estos gastos, permitiendo al propietario del librito gestionar mejor sus gastos y necesidades.
Si las empresas buscan "subcontratación de la gestión financiera”En internet, para encontrar la mejor empresa para realizar este tipo de trabajos, en Japón, este tipo de gestión se transmite a todos a través de la cultura local.
Por tanto, el diario en papel fue sustituido por aplicaciones y programas informáticos al adaptarse a los medios tecnológicos actuales, pero su función de ayuda económica sigue siendo la misma.
Esta relación respetuosa con el sistema monetario japonés se da incluso a través de su vínculo con los billetes locales.
Curiosidad por el dinero japonés
El dinero físico ha ido ganando un fuerte competidor con las transacciones digitales, provocando una asesoramiento de nómina realizan sus servicios sin siquiera utilizar una sola hoja de papel, tratándose únicamente de un sistema informático.
Sin embargo, los billetes siguen siendo responsables de una gran parte de la circulación del dinero en el mundo, y en Japón este papel se compara más cuidadosamente con otras partes del mundo.
En el país, la circulación de billetes es producida y controlada por Nippon Ginko, el Banco de Japón, ubicado en el distrito comercial de Nihombashi en Chūō, Tokio, esta institución financiera trabaja con una renovación frecuente de este dinero.
En Japón, los billetes dañados se devuelven al banco a través de organizaciones comerciales. Así, estos billetes se someten a un proceso de reciclaje, dando como resultado productos como:
- Materiales de vivienda;
- Combustible sólido;
- Material de oficina;
- Papel higiénico.
Cuando los billetes están muy dañados, se procede al proceso de incineración. ¿Qué hace que un agricultor busque crédito agrícola, después de que se apruebe el trato, reciba un nuevo conjunto de notas para poner en circulación.
También porque un billete de ¥ 10,000 dura alrededor de 4 a 5 años, así como los billetes con un valor más bajo perecen en un período igualmente reducido, de 1 a 2 años.
Además de las instituciones comerciales, el canje de billetes antiguos también lo puede realizar la población. El valor de cambio, sin embargo, es equivalente a la calidad del billete, que puede ser un valor total, la mitad o un incumplimiento, si el billete está significativamente deteriorado.
Otra curiosidad es que la producción del yen cuesta más que el valor de un yen unitario, pero al ser una producción a gran escala, los costos terminan reduciéndose en relación a una gran cantidad.
El yen es una moneda con un largo tiempo de circulación, además de ser una moneda de gran influencia en el mundo, siendo incluso una moneda de referencia para la economía de otros países asiáticos, como Vietnam, Laos y Camboya.
Luego de convertirse en un importante exportador de tecnología, el yen también comenzó a recibir atención para quienes trabajan con la importación de dispositivos electrónicos, siendo así una moneda importante para quienes hacen el seguridad patrimonial de este sector.
Por ello, es por ello que el yen sigue siendo una de las monedas más tradicionales del mundo, ya que representa una economía que se adapta, al igual que su gente, a los nuevos acontecimientos históricos, sin dejar nunca de lado su pasado tradicional.
