La industria cultural japonesa ha sido un producto de consumo durante décadas. En Brasil, por ejemplo, el primer contacto del público con este contenido fue a través de la serie Ultraman. La exposición tuvo lugar en los años 70 y tuvo un gran éxito. En los 80, la extinta Rede Manchete emitió los primeros episodios de Jaspion y Changeman.
Con la popularidad de estas series de televisión, ha crecido la demanda de un producto de consumo relacionado con la cultura japonesa. Es en este contexto que el manga y el anime ganaron popularidad fuera de la tierra del sol naciente.
Hoy, este sector puede considerarse una industria. Datos más recientes, de 2016, muestran que las ventas solo en Japón generan un absurdo 17,7 mil millones de dólares. Fuera de Japón, las ventas son incluso mejores, con un crecimiento anual de alrededor de 14%.
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¿Cómo se convirtieron el anime y el manga en un producto de consumo?
El anime y el manga son uno de los pilares de la cultura japonesa moderna. En las últimas décadas, su popularidad no ha hecho más que crecer. Una pasión que pasa de generación en generación. Con la popularización de las plataformas de transmisión, además del manga, el anime también está ganando cada vez más fanáticos en Occidente.
Según los expertos, el manga y el anime se han vuelto populares, y con altas ventas por internet, porque supieron envejecer con sus admiradores.
En pocas palabras, el anime liberó su imagen de algo hecho solo para niños. Hoy, especialmente en Japón, el concepto de que los cómics se centran en el público infantil ya ha quedado obsoleto.
Por otro lado, el propio guión del anime, con finales inesperados, atrae la atención del público adulto, siempre en busca de un producto de consumo más cualificado.
Este crecimiento, tanto en el público adulto como en el extranjero, hizo que la producción de anime también se viera influenciada. A través de herramientas como CRM, estas grandes empresas de producción de contenido analizaron los gustos y preferencias de la audiencia fuera de Japón.
Para aquellos que entienden qué es un producto de consumo, tiene mucho sentido. La población japonesa tiene tasas de natalidad bajas. Por lo tanto, al hacer que el anime y el manga tengan una audiencia más amplia en otros continentes, los productores japoneses de anime y manga pueden vender sus productos a millones de personas en el extranjero.
Anime y manga. Un gran problema
Solo el mercado mundial del anime está valorado en 23.000 millones de dólares. De hecho, todo este movimiento también involucra productos como:
- Juegos,
- Juguetes
- Varios otros productos.
Incluso la pandemia causada por COVID-19 no afectó este mercado.
Es posible afirmar que el mayor pico de este producto de consumo se produjo en los últimos 2 años. Logró superarlo hasta 1995, considerado un hito para la industria del anime y el manga. Desde 1978, cuando comenzaron los primeros récords de ventas, este producto cultural japonés nunca ha sido tan querido.
Como miles de millones de personas se quedaron en casa, el consumo de estos productos culturales solo ha aumentado. Según Netflix, solo en 2020, hubo más de 2 millones de nuevas suscripciones en su plataforma solo en Japón.
El mercado cree que los derechos de autor provenientes de las plataformas de transmisión serán una de las principales fuentes de ingresos en los próximos años. Además, todo indica que estas empresas van a invertir mucho en este mercado.
Para quienes trabajan en ventas, este boom puede ser una gran oportunidad. Es posible, por ejemplo, configurar una tienda en línea y vender productos con licencia. Hoy en día, esta es una de las mayores fuentes de ventas del mercado. Si el proyecto logra trabajar elementos como novedad y urgencia, abre una ventana para hacer grandes negocios.
Por lo tanto, el anime y el manga son productos de consumo que están en el apogeo de su popularidad. Cualquiera que quiera invertir en este mercado, ya sea como productor de contenido, distribuidor de merchandising u organizador de eventos, tiene grandes oportunidades por delante.
